SINCE 11.09 es una obra que reflexiona sobre diversos aspectos de la memoria y su locación. Los elementos visuales utilizados en la obra dan sentido a una intención de evidenciar diversas problemáticas de nuestro tiempo.
El gran manto de cuero, que está suspendido en el aire, y levita entre las fotografías de la mirada de las artistas es un cuerpo formado a partir de módulos de cuero inscritos bajo calor con la fecha 11.09 y la palabra SINCE. SINCE, quiere decir en español DESDE y se pronuncia en ingles “sins” que significa “pecados”. La ausencia del año en la fecha expuesta 11.09, deja abierta la interpretación de los hechos a las que ésta se relaciona y genera una incesante oscilación entre presente y pasado, presencia y ausencia, conciencia, memoria y muerte, en referencia a un acontecimiento real. De entre todos los acontecimientos ocurridos el 11.09 a lo largo de la historia, los más cercanos a nuestra realidad actual son:
El Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, acaecido en Chile y al mando de los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros (policía uniformada), derrocó al gobierno de Salvador Allende, después de un periodo de alta polarización política y rompimiento de la convivencia democrática en el país. Tanto personas a favor como detractores de este acontecimiento le atribuyen una diferente acepción al hecho, mientras los primeros lo denominan pronunciamiento militar, los segundos lo hacen por golpe militar.
El 11 se septiembre de 2001, en EE. UU, suceden ataques terroristas a las Torres Gemelas en Nueva York, al Pentágono en Washington y a un avión en Somerset, Pensilvania. Casi 3000 personas fallecen. El grupo Al Qaeda , encabezado por Osama bin Laden es denunciado como autor de los ataques. Este hecho da comienzo a una guerra de carácter religioso-político aun vigente.
Estos módulos de cuero quemados, inscritos bajo fuego, a modo de marcas de guerra, nos conectan con el cuerpo de la victima y del victimario. Estas marcas sobre la piel muerta de un ser vivo activa la memoria y nos hace recordar a partir de una fecha diversos acontecimientos que han cambiado nuestro actuar desde ese entonces. La cruz que se genera sobre el manto, formado por la palabra SINCE, tiene la forma de la cruz latina, y pone en evidencia los problemas religiosos a los que hoy nos enfrentamos. La cruz latina es el símbolo religioso más popular en la cristiandad. Su forma es una línea vertical atravesada en su parte superior por una línea horizontal. Su origen se refiere al método de ejecución de Jesucristo .
La palabra «cruz» provienen de las derivaciones del verbo latino cruciare, que significa «torturar». Durante los dos primeros siglos del cristianismo el icono de la cruz representaba un método de tortura especialmente doloroso. En la cristiandad la cruz representa la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ya que según sus creencias gracias a la cruz Él venció a la muerte en si misma y rescata a la humanidad de la condenación. La dualidad que representa la imagen de la cruz, muerte-vida, se conecta en la obra con las imágenes que se pueden observar a los costados del manto. En éstas vemos los ojos de las artistas, quienes siempre están presentes como parte constitutiva de la obra. Generalmente éstas aparecen de espaldas al espectador, en posición de plegaria o súplica sobre sus rodillas, vestidas idénticamente con trajes que ellas mismas confeccionan, trajes negros, de luto, velando por la muerte de su propia obra, en referencia a cuestionar la memoria de la misma. En esta oportunidad las artistas nos enfrentan, nos observan, se posan a la izquierda y a la derecha del manto. Ahora bien, la izquierda y la derecha no sólo se limitan a ser conceptos de orientación física, sino que también suelen ser de política. La izquierda y la derecha además de ser orientaciones políticas, son parte de pasajes religiosos. Recordemos que el evangelio según San Mateo [25, 31-46] dice: “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga en su gloria el hijo del hombre […] Él separará a unos de otros, […] Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. […] Y entonces dirá a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles..”..
El credo apostólico complementa la idea católica de que los justos se identifican con la derecha y los pecadores con la izquierda, cuando dice: “Creo en Dios padre todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra; y en Jesucristo, su único hijo […] que está sentado a la diestra de Dios padre todopoderoso, de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos”. La palabra “derecho/a” proviene del latín directus, y tiene connotaciones positivas en varias de sus acepciones, no así la palabra “izquierda”, la cual deviene del vasco ezker, ezkerra, que se impuso a la latina sinistru, cargada de connotaciones negativas que pasarían al español como siniestro.
Este enfrentamiento visual es, de cierta forma, censurado. Los ojos de las artistas están ubicados tras un espacio generado entre los mismos módulos de cuero que conforman el manto, una rajadura unida con alfileres de gancho que permiten ver a través de ella. Éstos alfileres de gancho que unen los dispositivos entre ellos, enganchan diversas temporalidades y lugares de la memoria y reflejan la fragilidad de ésta. Estas imágenes nos evocan a los burka, una forma de ropa tradicional usada por mujeres en algunos países musulmanes. Éste es un tipo de velo que se ata a la cabeza, sobre un cobertor de cabeza y que cubre la cara a excepción de una raja en los ojos para que la mujer pueda ver a través de ella. El burka completo, burka afgano o, en ocasiones, chador, es el que cubre el cuerpo y la cara por completo. Con la última clase de burka, los ojos se cubren con un ‘velo tupido’ que permite que la mujer mire pero que evita que la gente vea sus ojos. Ambas clases de burka son utilizados por algunas mujeres musulmanas como una interpretación del código de vestido del hijab. La burka no es un vestido, es una cárcel que somete a las mujeres a la terrible dificultad de no ver con claridad lo que se sitúa frente a sus ojos. Produce una visión parcializada, que les hace perder la vista de los ángulos laterales estrechando el campo visual que aparece, detrás de las celdas del tejido que se abre a la altura de los ojos, «enrejando» todo lo percibido. Las miradas de estas mujeres están presas, como sus cuerpos.
En la obra SINCE 11.09, estas connotaciones nos hablan sobre la dificultad de poder ver con claridad realmente lo que sucede hoy en el mundo, tanto para unos como para otros el campo visual de sus propias realidades son de estrecha interpretación. Si observamos bajo cada una de las imágenes expuestas podemos ver la inscripción ANYONE- EVERYONE, (ninguno, todos), lo que clarifica la situación al nombrar con estas palabras el hecho de que hoy somos todos víctimas y agresores, cumpliendo de igual forma ambos roles. Para unos los otros son los agresores, mientras que para los otros el asunto es de forma inversa. El filósofo y escritor francés Jean Paul Sartre, en su obra «El Ser y la Nada», hace girar la demostración de la existencia del Otro alrededor de la mirada:
«El objeto humano no es asimilable a ningún objeto, en tanto es un objeto que me mira. A partir del momento en que existe esta mirada, ya soy algo distinto en tanto yo mismo me siento objeto para la mirada del otro. Recíprocamente, el otro también sabe que soy un objeto que se sabe visto».
Finalmente, a modo de conclusión esta obra abre diversas preguntas:
Quién es la víctima? Quién es el agresor? Cuan restringida esta nuestra mirada frente a la realidad? Dónde nos situamos? Cuánto sabemos de otro? Quiénes somos DESDE 11.09?