EN MEMORIA KENT INSTALATIONS

En esta exposición se nos asignó una habitación situada en el tercer y último piso de una casa abandonada. Dada su ubicación periférica, era en el tránsito del espectador dentro del espacio expositivo donde se articulaba la memoria como el registro de un recorrer. Esta condición originó el gesto de nuestra obra: perforar el centro geométrico de la sala creando una tumba.

La tumba se forma a partir de un agujero excavado por donde se produce una desaparición. Se sitúa en el umbral entre dos mundos, un arriba y un abajo; un cielo y un suelo. Esta perforación/tumba fue posteriormente recubierta con una lápida de granito negro con la inscripción en bajorrelieve EN MEMORIA. Se señalaba así su ubicación mediante una construcción externa como si se quisiera compensar con esta señal de advertencia el olvido al que se somete. La lápida es un monumento que mantiene viva la memoria o el recuerdo de un ausente.

Por otra parte, descubrimos el cielo de la sala (retirando la volcanita y dejando a la vista las vigas interiores) y el suelo (retirando el flexit) uniendo de esta manera el cielo y el suelo ya que mirar hacia arriba era una forma de mirar hacia abajo. Se condicionó la visión del espectador haciéndole tomar conciencia del cielo al revelarlo. Los restos de volcanita y flexit recogidos del cielo y suelo los depositamos separadamente dentro de dos maletas de acrílico transparente. Estos fragmentos rescatados y contenidos en maletas en espera de un viaje, aluden a un tiempo pasado como un campo en ruinas, como nostalgia de una ausencia.

La instalación realizada daba cuenta del olvido y abandono de una casa pronta a ser demolida. La lápida sepultaba toda la casa, apareciendo como una señal de advertencia. Esta lápida fue posteriormente resituada en una instalación realizada en la galería Animal. Las maletas han sido reubicadas en otros lugares, entre ellos la Fundación Telefónica, rememorando así la obra pasada.