1979. Santiago, Chile

Trabaja y vive entre Buenos Aires, Argentina y Londres, Reino Unido.

El trabajo de Catalina Swinburn se traduce en mensajes clave y preocupaciones universales como la sostenibilidad, la identidad, la igualdad de género y la globalización, subrayando las conexiones del Sur Global a lo largo de la historia. Utiliza el tejido y documentos vintage como un lenguaje vital y dinámico para generar conciencia tanto de manera física como conceptual, con el objetivo de fortalecer la integración entre varias comunidades, haciendo referencia a la resiliencia femenina. Busca rescatar rituales ancestrales relacionados con lugares sagrados, geografía ancestral y memoria original.

Regenerar estas narrativas articula para la artista tanto un sentido de urgencia como un modo de resistencia. Por lo tanto, la obra de arte es activada por la posición de la artista como tanto fabricadora como performadora de la escultura. Esto puede verse como una metáfora de la resistencia, donde las narrativas tejidas se presentan como un sustituto del silencio de las mujeres a lo largo de la historia.

Los textiles son expresiones elocuentes de las preocupaciones de las mujeres sobre la tradición cultural y la transmutación, y se reconocen como fundamentales para los estudios de género, identidad social, estatus, intercambio y modernización. El tejido tiende a demarcar una suspensión de la existencia ordinaria y está entre los signos más visibles del espacio sagrado y los roles sagrados.

Al usar el tejido como metáfora de la resistencia, su práctica nos acerca a nuestra identidad cultural y ofrece una visión alternativa de la función del arte como un vehículo de conciencia al reunir varias formas de conocimiento; abriendo un diálogo entre el conservadurismo y la innovación, entre la continuidad y la transmutación.